En Buenos Aires hay 41 empresas autogestionadas
Un relevamiento del Instituto Gino Germani-UBA determinó que el fenómeno de empresas recuperadas sigue vigente: de las 41 que hay en la ciudad de Buenos Aires, un cuarto son del período 2007-2009.
Página 12, Domingo, 31 de enero de 2010
Los investigadores que trabajan en el campo de las empresas recuperadas suelen verse enfrentados a una pregunta que resulta tan obvia como de difícil respuesta: ¿cuántas son? Entre varios problemas metodológicos, como la heterogeneidad de los casos y sus resoluciones, se destaca que “Empresa Recuperada” es una categoría social, no legal o económica, por lo que no existen registros oficiales en AFIP o en el Inaes. Si se tiene en cuenta esta problemática, resulta especialmente útil el reciente relevamiento llevado adelante en la Ciudad de Buenos Aires por el Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas Autogestionadas, del Instituto de Investigaciones Gino Germani-UBA.
Para el Observatorio, una recuperada se define sobre todo por la autogestión obrera de una empresa fallida. Con este marco, el equipo contó 41 casos que se originaron en la Ciudad de Buenos Aires desde 1992 hasta la actualidad. Para Rodrigo Salgado, sociólogo, docente de la carrera en la UBA e integrante del Observatorio, la recuperación de empresas no es un fenómeno pasado de moda: “De las 41 unidades productivas, algo más de la mitad iniciaron sus procesos de recuperación desde 2004 en adelante. Incluso un cuarto de estas recuperaciones se dieron durante 2007-2009”. La cantidad de casos nuevos, según Salgado, se debe a tres elementos: “El cierre empresarial como elemento estructural inherente al capitalismo, la imposibilidad de estos trabajadores de reinsertarse en el mercado laboral y, por último, a la creciente difusión de la recuperación como una alternativa posible y viable de continuidad productiva y laboral”.
Las recuperadas nacen como una forma de evitar el desempleo, un objetivo que, al parecer, se está logrando: “Un relevamiento que realizamos en 2003 nos mostraba que la totalidad de las empresas recuperadas en ese momento involucraban a 575 trabajadores; en la actualidad son algo más de 2000”. Pero las recuperadas no se agotan en dar trabajo a cualquier costo, sino que en su continuidad pueden lograr un crecimiento que permita no sólo aumentar la cantidad de trabajadores, sino también mejorar a nivel productivo. Respecto de este punto, según el relevamiento, la percepción de las empresas en relación con su desempeño reciente, pese a la crisis, también es positiva, ya que para el 40 por ciento de ellas 2009 fue mejor que 2008, mientras que sólo para un 20 fue peor.
En relación con los casos fallidos, Salgado aclara: “Si tomamos en cuenta las más antiguas, de las 24 empresas que se recuperaron antes de 2004 y que lograron producir autogestivamente sólo tres cerraron, por lo que el grado de mortandad de estas experiencias es bajo. El número permite aún más optimismo si se consideran las 18 recuperadas que obtuvieron un marco legal mínimamente seguro como es la expropiación del inmueble: ninguna de ellas cerró”. Según Salgado, este dato debería empujar al Estado a sacar a las recuperadas del limbo legal en el que se hallan porque no se pagan las indemnizaciones previstas por la ley: “Este es un tema central y que urge en las empresas. El Ejecutivo porteño avanzó en la expropiación efectiva de sólo 4 de esas 18 empresas gracias al pago de los depósitos judiciales correspondientes a la expropiación. Teniendo en cuenta que las expropiaciones estipulan plazos, resulta necesario que el Ejecutivo efectivice las expropiaciones con el pago correspondiente y dé cumplimiento a las leyes antes de que venzan”.
Ante lo que parece falta de voluntad política en el ámbito local, el sociólogo plantea que “entonces, una alternativa para dar solución al tema de la tenencia puede ser una ley nacional de expropiación, es decir, una ley que regule la posibilidad de expropiación por parte del Estado nacional de empresas fallidas o declaradas en lockout patronal”.
La situación de las recuperadas de la Capital, probablemente las más estudiadas, permiten proyectar lo que ocurre a escala nacional, donde resulta más difícil conseguir datos firmes. Existen recuperadas que permanecen tan aisladas que resultan invisibles por un tiempo y hay numerosos procesos nuevos que aún tienen final abierto. Por eso puede servir de indicador extrapolar algunos datos de un relevamiento nacional del equipo de investigación Facultad Abierta de Filosofía y Letras, que en 2005 indicaba que las recuperadas de capital representaban el 15 por ciento del total. Si esta proporción se mantiene, en la actualidad habría unas 270 recuperadas en todo el país.
Por Esteban Magnani
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