Historia del cooperativismo 9: El cooperativismo de crédito en las décadas del 40 y 50 | Centro Cultural de la Cooperación

Historia del cooperativismo 9: El cooperativismo de crédito en las décadas del 40 y 50

26/08/2010


A fines de la década del 40, las cooperativas de crédito tenía una restringida participación en el cooperativismo argentino. Según las estadísticas del Servicio Nacional de Cooperativas, representaba en 1936 el 8,12% de las entidades y el 7,8% del total de los asociados, y en 1940 el 9,75% y 8,35% respectivamente.
Además, si se comparan los $ 4.300.000 de captal social de las 63 entidades existentes en 1940 con los $ 19.300.000 de capital que poseían las entidades de crédito cooperativo en 1925, queda claro el impacto negativo que había tenido para el sector la transformación en sociedades anónimas de los 15 bancos cooperativos existentes antes de la sanción de la Ley 11388.
A mediados de la década del 40, la única presencia significativa en el sector financiero estaba representada por las cajas de crédito que, como se explicó en una entrada anterior[i], habían nacido a principios del siglo XX en el seno de la colectividad judía como una forma de organización social solidaria

A diferencia de otras instituciones, las Cajas de crédito se caracterizaron desde sus inicios por su impronta anticapitalista y por la adhesión de sus miembros a diferentes variantes del pensamiento solidario, socialista y revolucionario inspirado en los grandes ideales político- sociales de la época. 

En este contexto, las entidades atendían las necesidades financieras de sus miembros, contribuían a los gastos comunitarios y, además, respondían a las diversas corrientes ideológicas y políticas que surgieron dentro del judaísmo argentino. A la división entre sionistas y progresistas se le fueron sumando otras subdivisiones al interior de cada sector, grupos que fueron constituyendo en muchos casos sus propias entidades[ii].

Paralelamente, se van creando algunas pocas cooperativas de crédito que conforman una experiencia diferente, de la cual la Caja Económica Popular Argentina CEPA, creada en 1939 en la localidad de Remedios de Escalada (Buenos Aires) es un ejemplo representativo ya que «la fundan obreros y empleados ferroviarios, porque la influencia acá en la zona de Remedios de Escalada hace que existiera una gran participación en la actividad gremial. Esos dirigentes gremiales fueron los que fundaron dos cooperativas que fueron importantes en Lanús, una fue UPLA, que fue un intento de usina popular que lamentablemente no pudo lograr sus fines, y paralelamente esa misma gente fundó lo que fue la CEPA, cooperativa de crédito»[iii].

            A partir de la década del cuarenta las cajas de créditos comenzaron a reflejar el desarrollo económico que se producía en nuestro país, originando un pequeño crecimiento y diversificación de los sectores atendidos. «Con el correr del tiempo, estos inmigrantes van desarrollándose económicamente y, al mismo tiempo, ayudan al desarrollo de la entidad, y la entidad entonces va adquiriendo ya el carácter de una cooperativa financiera, que va en ayuda de los comerciantes, los pequeños cuentacorrentistas, los llamados “cuenteniks”, los que vendían a plazos (...) Yo me incorporo a la entidad en el año 1954 donde estos comerciantes ya constituyen una pequeña burguesía, nuestra burguesía nacional... donde ya la actividad empieza a adquirir un carácter de actividad financiera, por supuesto dentro de las limitaciones de la época y de la potencialidad económica que tenían estas entidades»[iv].

Pese al crecimiento, la operatoria seguía basándose fundamentalmente en el conocimiento de los asociados: «La operatoria era de amigos, es decir, entraba una solicitud, y... ¿quién lo conoce? Fulano. Y... ¿quién lo presenta? Mengano. ¿Y qué tal es? Bueno. Entonces nos mirábamos las caras y si nadie decía nada, o sea afirmaban con la cabeza, era porque... y ¿Quién es la garantía? Sí, ¡ese...! Ya está, con eso era suficiente. Quiere decir que era una técnica así, al guiño va y viene, o a qué me parece, o los presentaba alguno; y bueno, ¡si lo presenta...¡ ¿Quién garantiza? Fulano. Entonces en veinticuatro minutos salía el crédito»[v].

El ascenso a niveles socio- económicos superiores de los sectores que habían creado las cooperativas de crédito para su operatoria financiera aumentó las disponibilidades y la capacidad prestable de estas, pero a su vez «planteó la necesidad de contar con una operatoria ágil, que a través de una cuenta a la vista permitiera captar los saldos disponibles que la misma genera. Transformados en industriales los antiguos obreros y artesanos, en comerciantes de relativa importancia los ex buhoneros, necesitaban para el desenvolvimiento de sus negocios la amplia gama de los servicios bancarios que los bancos tradicionales no les facilitaban»[vi].

Como parte de ese crecimiento operativo de las cooperativas de crédito, en noviembre de 1950 catorce entidades fundan la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito, que obtiene su personería jurídica el 7 de diciembre de 1951. Las entidades fundadoras fueron: Caja de Créditos El Sol S.C.L., Caja del Once S.C.L., Caja Popular Villa Crespo S.C.L., Caja Popular Villa Mitre S.C.L., Cooperativa de Caballito S.C.L., Cooperativa de Villa Crespo S.C.Lt., La Unión S. C. de Créditos, Caja Comercial Coop. de Créditos Ltda. y Primera Caja Mercantil Coop. de Créditos Ltda., (Ciudad de Buenos Aires), Sociedad Cooperativa de Crédito Ltda. Lomas de Zamora (Provincia de Buenos Aires) y Cooperativa Popular de Crédito Ltda. y Sociedad Cooperativa y Mutual Ferroviaria de Santa Fe Ltda. (Santa Fe)[vii].

Los objetivos planteados al momento de su fundación fueron:

§         Promover el desarrollo del cooperativismo de crédito. «Nos hemos preocupado dentro de las actividades que son propias a este organismo, el de dar efecto práctico a uno de sus objetivos específicos, cual es el de asesorar a nuestras afiliadas en todos los asuntos en que estas estimen necesaria nuestra desinteresada colaboración, como así también se ha procedido a brindar asesoramiento gratuito a todos los organismos en formación para obtener la personería jurídica»[viii]

§         Privilegiar el otorgamiento de créditos a la actividad productiva

§         Difundir la función social del cooperativismo de crédito ante la opinión pública

§         Defender los intereses de sus asociadas ante las autoridades nacionales.

§         Estrechar lazos con las distintas federaciones cooperativas del país y del mundo «en virtud de su jerarquización dentro del movimiento cooperativo nacional, como así de su preocupación para lograr la armonía y agrupamiento de todos los organismos que desarrollan actividades cooperativistas (...) fue llamada a integrar distintos organismos creados recientemente, tales como la Comisión Pro- Defensa del Movimiento Cooperativo, Comisión Organizadora del Banco Cooperativo Agrario y, últimamente, en el Consejo Nacional de Cooperativas»[ix] creado por la Secretaría de Comercio de la Nación.

Mas allá de estos objetivos expresos, la FACC irá privilegiando el desarrollo económico de las cooperativas, adoptando la “prescindencia política como una de sus posturas básicas y planteando la necesidad de respetar las autoridades políticas imperantes, más allá de su legitimidad o del signo partidario que sustentaran; dar su apoyo a las medidas gubernamentales consideradas convenientes para los intereses del sector y encarar gestiones a fin de lograr la modificación o el cese de disposiciones que pudieran afectar el desarrollo del cooperativismo de crédito[x].

Al respecto son significativos dos ejemplos. En 1952, durante el segundo mandato presidencial de Juan Domingo Perón, la FACC se dirigió a las cooperativas de crédito exhortándolas a contribuir a la difusión y aplicación del Segundo Plan Quinquenal que «como bien lo definiera el primer cooperativista de la República, ha de lograr la consolidación del bienestar del pueblo argentino, y para ello es menester que todas las fuerzas del trabajo se unan en un haz vibrante de amor y solidaridad y lleven a feliz término todas las obras que encierra el mismo»[xi]. Cuatro años después, en 1956, el presidente de la Federación, Aarón Moñin, afirmaba que «el gobierno Provisional (que había derrocado al gobierno encabezado por Perón) era una fuente inagotable de auténtica libertad democrática», al dirigirse al mismo para solicitarle que se eximiera a las cooperativas de crédito del pago del impuesto a los depósitos y que se realizaran modificaciones a la Ley 11.388.[xii]

 

Al fundarse en noviembre de 1958 el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos existían en el país 197 entidades de crédito cooperativo, de las cuales 124 actuaban en el ámbito del Gran Buenos Aires. De ellas, 94 estaban adheridas a la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito, 79 de las cuales operaban en el Gran Buenos Aires.

Daniel Plotinsky

 

Bibliografía:

Brauner, Susana. La Federación Argentina de Cooperativas de Crédito y sus prácticas políticas, 1950 – 1966. en OIDLES, Observatorio Iberoamericano del Desarrollo Local y Economía social. Vol. 1, Nº 1, setiembre de 2007. www.eumed.net/rev/oidles/index.htm

Federación Argentina de Cooperativas de Créditos. Memoria y Balance General, 8vo. Ejercicio, 1959.

Federación Argentina de Cooperativas de Créditos. Memoria y Balance General, 3er. Ejercicio, 1954.

Kreimer, Jaime. Aportes de la colectividad judía al cooperativismo nacional. Rosario: Centro Cultural Israelita, 1984.

Plotinsky, Daniel. «El Congreso Argentino de Cooperativas (Rosario, 1958) y la integración nacional del cooperativismo de crédito», en El cooperativismo latinoamericano, Rosario, 2006.

Schujman, León.  «El cooperativismo de crédito y su aporte al desarrollo», en Revista del Instituto de la Cooperación Nº 2 – 1979 pp. 178

Entrevistas:

Crippa, Eduardo Enrique. (12/10/1996). Entrevistador: Daniel Plotinsky. Archivo Oral del Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito. Entrevista Nº 15.

Cwaigemberg, Harry. (26/06/96) Entrevistador: Daniel Plotinsky. Archivo Oral del Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito. Entrevista Nº 2.

Zaritzky, Mauricio. (31/10/1996) Entrevistador: Daniel Plotinsky. Archivo Oral del Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito. Entrevista Nº 19.

 


[i] Historia del Cooperativismo 4 (3/11/2009)

[ii] Kreimer (1984), 6.

[iii] Crippa. Entrevista (1996).

[iv] Zaritzky. Entrevista (1996).

[v] Cwaigemberg. Entrevista (1996)

[vi] Schujman (1979) 178 - 179

[vii] FACC (1959), 24.

[viii] FACC (1959), 7.

[ix] FACC (1959), 8.

[x] Brauner (2006), 5.

[xi] FACC (1954), 5

[xii] Brauner (2006), 6.

  

 

 

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