Casbas: cooperativismo escolar
En Casbas, localidad perteneciente al partido de Guaminí, al oeste de la provincia de Buenos Aires, el cooperativismo es un modelo de gestión que cuenta con años de historia. La cultura solidaria y el empeño de buena parte de los vecinos hicieron que el pueblo crezca y pueda satisfacer necesidades básicas desatendidas tanto por el Estado como por las empresas privadas.
Esta larga herencia hizo que un grupo de alumnos de la escuela secundaria Nº 6 Josefina Arias tomara el legado solidario como propio, organizándose y dando origen a la primera experiencia cooperativa escolar del distrito.
La Cooperativa Escolar Yolita nació en abril de 2012. Luis Noriega, director del establecimiento educativo y figura central en la concreción del proyecto, relata los orígenes de la iniciativa: «Se invitó a todos los alumnos a reunirnos un sábado para pensar juntos qué era lo que queríamos y cómo lo íbamos a llevar a cabo. Ese día vinieron algunos chicos, que son hoy los socios fundadores de la cooperativa y con quienes empezamos a canalizar la experiencia. Vemos que las escuelas están con necesidades y creemos que muchas de éstas pueden ser solucionadas desde entidades solidarias».
La acción de los jóvenes se focaliza en desarrollar actividades que permitan solventar las exigencias materiales y culturales no sólo de la propia escuela, sino de la comunidad. De esta manera, practicar la democracia, impulsar la formación de líderes positivos y reivindicar la cultura del trabajo se vuelven ejercicios cotidianos en las aulas del colegio bonaerense.
Conciencia social
El interés por gestionar beneficios para el conjunto de la sociedad fue el disparador para que muchos jóvenes tomaran la decisión de formar parte de la entidad. Tal es la visión de Pamela Miró, quien ocupa el cargo de tesorera. «Queríamos trabajar como cooperativa porque teníamos muchas ganas de hacer algo juntos. Comprendimos que si todos trabajamos a la par y colaboramos, los beneficios se iban a ver rápidamente» -señala-. Una de las primeras acciones fue la organización de una jornada solidaria con el fin de recaudar ropa y útiles para la escuela Nº 49 (otro establecimiento escolar del distrito) y para el Hospital Materno de Mar del Plata. «Ahí ya nos gustó eso de cooperar y de ayudar a los demás», concluye la tesorera. Raúl Santucho, otro de los alumnos, sostiene: «Me parece una idea muy buena porque nos une como grupo, porque nos permite trabajar en conjunto y también podemos ayudar al crecimiento del pueblo. Y eso es muy importante».
Según sus referentes, la actitud solidaria entre pares y ante el entorno social hace de Yolita una entidad formativa en lo ético y lo humano, algo «tan alentador como necesario». Según detalla Noriega: «Todo comenzó con el objetivo de incorporar a los jóvenes estudiantes desde algo chiquito como la fabricación de churros y huevos de pascua, dos productos que no se hacían en el pueblo. Luego, derivó en un proyecto mucho más grande, como contar con una pileta cubierta. Debo aclarar que en 100 kilómetros a la redonda de Casbas no existe una pileta cubierta. Esto sería importantísimo para la rehabilitación y recuperación de mucha gente y para incrementar la oferta deportiva del distrito. Sería una idea innovadora a nivel regional y tendría un alcance espectacular. Es así que empezamos a soñar juntos para poder concretarlo».
El grupo de jóvenes cooperativistas se completa con los alumnos Mariana López, Jazmín Suppa, Federico Arias, Rodrigo Pinilla, Emanuel Arias, Julián Guevara, Iván González, Emanuel Bihn y Javier Sena, miembros del consejo de administración; Daniel Schell y Melani Gil, síndicos, y con los profesores Eleane Guardón y Juan Carlos Grillo, que cumplen el rol de asesores docentes.
Acento en la educación
En sus primeros tiempos como cooperativistas, los jóvenes están abocados a incrementar sus conocimientos sobre los principios y valores del movimiento, focalizándose en la educación cooperativa. Siguiendo este objetivo han participado, en el marco del convenio celebrado entre el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y el Foro de Ciencia y Tecnología para la Producción, de la Experiencia piloto de capacitación para la actualización y formación de jóvenes líderes de la economía solidaria. También formaron parte de una charla de capacitación con la Subsecretaría de Acción Cooperativa y la Secretaría de Producción de la municipalidad de Guaminí, entre muchas otras actividades vinculadas con el ámbito de la economía solidaria.
«La conformación de la cooperativa escolar hace que muchos estemos hablando y aprendiendo qué es el cooperativismo. Vamos muy despacio, sumando poco a poco información y capacitación. La idea es ir difundiendo entre los chicos este
ideal. Las cooperativas tienen un abanico amplio de posibilidades. Las hay de servicios, de producción y también de capacitación. Ahí se nos abrió la cabeza de por qué no enseñar o crear conciencia desde una organización de este tipo», reflexiona el director y concluye: «En este Año Internacional del Cooperativismo creemos que es positivo estar en las escuelas con estos proyectos. La idea es que seamos generadores, que se sumen más alumnos y que aquí se vayan formando como jóvenes cooperativistas».
Un objetivo que, evidentemente, ya está comenzando a cumplirse.
Lucas Peralta
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