descarga-11.jpg

Esta fecha, cargada de historia y de sentidos todavía tiene muchas heridas que permanecen abiertas, porque aún no se saben dónde están los restos de miles de personas asesinadas, porque quedan juicios por llevarse a cabo, no sólo a los militares sino también a los cómplices civiles, y porque todavía no se han encontrado a todxs los nietxs.

Gracias al trabajo y el ejemplo de las Madres y las Abuelas aprendimos que el amor le gana al odio, que la verdad y la justicia están por sobre todo tipo de violencia y que la memoria es la fuerza que nos mantiene unidos.

Producto de la incansable lucha de los organismos de derechos humanos, hay dos noticias en las últimas semanas que son motivo de celebración. Una es la orden emitida por el líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, de difundir documentación de la época que está en poder de la iglesia, a la cual se accederá a fines de este año y la otra es el anuncio del gobierno de los Estados Unidos de desclasificar nuevos documentos relacionados con la dictadura. Estos materiales serán un nuevo aporte en la búsqueda de memoria, verdad y justicia. Queda pendiente también que los EEUU país colabore en la búsqueda de los nietos que pueden estar viviendo allá, sin conocer su verdadera identidad. Es importante remarcar que la visita del presidente de este país en los próximos días no debe desviar la atención respecto a cuáles podrían ser los intereses que la motivaron.

Como jóvenes y cooperativistas queremos aprovechar este aniversario para repensar el pasado a la luz del presente que nos toca vivir, a encontrar rupturas y continuidades y a continuar la lucha de los 30000 compañerxs desaparecidos víctimas del accionar de un Estado represivo.

La dictadura hizo posible, a través del terror, la implantación de un modelo económico que destruyó el entramado social, la industria nacional, las empresas del Estado; que facilitó la concentración de la riqueza y endeudó al país para condenarlo al control de los organismos financieros externos. La complicidad de grupos económicos y empresarios con la dictadura fue parte del entramado de la represión, como así también fueron necesarias las complicidades de una parte de la iglesia, la justicia y de la sociedad civil.

En este nuevo contexto vemos con preocupación volver al endeudamiento externo, al achicamiento del Estado, la apertura de importaciones y la libre competencia. Medidas que van a contramano de los valores y principios de solidaridad y cooperación que defendemos desde el sector de la economía social. Apostamos a un modelo económico inclusivo basado en la solidaridad y en la distribución de las riquezas, en la gestión en manos de los trabajadores o usuarios.

Convocamos a los actos y marchas en todo el país junto a los organismos de derechos humanos para defender la democracia, la soberanía y la continuidad de todas las políticas de derechos humanos.