Economía solidaria, creación de riqueza
CONGRESOS DEL INAES EN PARQUE NORTE
Las entidades de la economía solidaria generan 500.000 puestos de trabajo y aportan cerca del 10% del Producto Bruto Interno de la Argentina. Según el último relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), las cooperativas registradas en el país son 14.760 y cuentan con más de 9 millones de asociados. En tanto que las 4.773 mutuales agrupan a unas 5 millones de personas.
Aún frente al proceso neoliberal que intentó la desnacionalización de todos los sectores de la economía de nuestro país, las cooperativas y mutuales demostraron, a través de sus más de 100 años de historia, una insoslayable capacidad de gestión y organización en función del interés general. En ese marco, es significativo el rol que el Estado asignó al sector en los últimos años, y esto se puso de manifiesto en el multitudinario VI Congreso Federal de la Economía Solidaria y Asociativismo Pyme «Alberto Lettieri» y el 1º Congreso Indoamericano de la Economía Solidaria y Asociativismo Pyme, organizado por el INAES, que se realizó durante la semana del 26 de setiembre al 1° de octubre, en Parque Norte, en la ciudad de Buenos Aires.
A lo largo de 6 jornadas –de las que participaron unas 15.000 personas, entre cooperativistas, mutualistas, trabajadores pyme, dirigentes, funcionarios, legisladores y autoridades de toda la Argentina–, se desarrollaron numerosos encuentros, mesas redondas, charlas informativas, talleres, paneles de debate, seminarios, presentaciones, plenarios y conferencias magistrales en los que se abordaron temas como financiamiento, servicios públicos, gestión social, educación, salud, trabajo autogestionado, comunicación, turismo, desarrollo y promoción industrial y agropecuaria, políticas de fiscalización, aspectos normativos, integración, políticas de inclusión social, entre otros temas estratégicos para el sector.
«Cuando hablamos de economía solidaria hablamos de creación de riqueza. Y siempre reivindicamos que el tejido social de la economía solidaria se compone de trabajadores y también de pequeños empresarios», dijo Patricio Griffin, presidente del Inaes, en la apertura del congreso, explicando la intención de sumar a las pymes al espectro de la economía solidaria. El titular del organismo subrayó el esfuerzo que hace permanentemente el movimiento cooperativo y mutual por generar riquezas, mantener el empleo y reinvertir sus beneficios en sus lugares de origen. Asimismo, señaló que entre el movimiento cooperativo y mutual y las pequeñas y medianas empresas hay numerosos puntos en común. «Las micropymes, los emprendedores que asumen riesgos, son el caldero donde se está haciendo la Argentina del mañana», apuntó e instó a establecer alianzas para agregar valor al trabajo que estos sectores realizan a diario.
Al menos un tercio
Durante el evento, llamó la atención la participación del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Ignacio de Mendiguren, hecho impensado en un encuentro de la economía social, en otros momentos del país. «Los argentinos fuimos como cobayos de laboratorio: probaron con nosotros cuanta cosa esotérica que en ninguna parte del mundo se hubiera probado. Nos convencían de que lo único que podíamos hacer era ser condescendientes con los países centrales, así terminamos en la peor noche que fue el 2001», recordó el titular de la cámara empresaria, quien resaltó la participación de los pequeños y medianos productores y empresarios en el desarrollo y crecimiento soberano del país.
El accionar de la economía solidaria se tornó especialmente relevante tras la crisis generada por el neoliberalismo. Las cooperativas y mutuales demostraron ser una herramienta eficaz para dar respuesta a los problemas de la gente, a través de estructuras asociativas de gestión, aptas para movilizar recursos económicos y realizar transformaciones sociales. En los últimos años, las políticas desplegadas por el Estado nacional revelan una clara comprensión del papel que puede jugar el sector en la construcción de un país más democrático y equitativo. «La mejor política social –afirmó la ministra de Desarrollo Social– es generar trabajo, y hacerlo desde la economía social tiene otra dignidad porque la gestión asociada permite crear hombres libres», manifestó Alicia Kirchner durante una conferencia magistral. La titular de la cartera informó que la economía social genera un millón de puestos de trabajo y se comprometió a apoyar y fortalecer todas las experiencias colectivas de carácter solidario.
Las intervenciones de varios ministros de gobierno en el congreso convalidaron las palabras de Kirchner. Julián Domínguez manifestó la intención de incrementar «al menos a un tercio» la participación del sector cooperativo en el comercio agropecuario, el que hoy se ubica en el 22% del conjunto de productos. El titular del ministerio de Agricultura precisó que existen 120.000 productores agrupados en cooperativas, las que comercializan unos 7.500 millones de pesos anuales. Estas entidades emplean en forma permanente o transitoria a 300.000 trabajadores, y exportan alrededor de 3.000 millones de pesos, lo que representa 6% del PBI y supera el 9% de la industria agroalimentaria.
Por su parte, la ministra de Industria, Débora Giorgi, ratificó el objetivo de incluir a las entidades solidarias en el Plan Estratégico Agroalimentario e Industrial, y destacó que el cooperativismo y el asociativismo no son ajenos al modelo de reindustrialización que se está aplicando en la Argentina. Asimismo, exhortó a las organizaciones asociativas a «ir por más». «Los ejemplos de cooperativización de pymes tienen que multiplicarse –dijo Giorgi–, queremos cooperativas vinculadas con las grandes y pequeñas empresas».
La inserción de las entidades de la economía solidaria en el marco de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue otro de los temas abordados en el congreso de Parque Norte, en reuniones plenarias, talleres y, principalmente, en la conferencia magistral brindada por el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Gabriel Mariotto. El funcionario reconoció el papel relevante que tuvo el movimiento para que se sancionara la nueva norma. «Estamos en un procedimiento administrativo para que caiga la cautelar que impide licenciar a las cooperativas, ya que hemos logrado que se cambie el juez que trataba ese expediente y tenemos la esperanza de que esto cambie», expresó.
En otra de las jornadas, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se refirió al rol histórico que tuvo el movimiento en el desarrollo nacional y sostuvo que las cooperativas, las empresas recuperadas y los emprendimientos autogestionados, son pilares fundamentales para sostener el actual proceso de inclusión social que se está dando en la Argentina. El titular de la cartera laboral manifestó que el desafío actual es salir del estado de precariedad. «Esta tarea implica avanzar en el proceso de formalización de una ley de cooperativas de trabajo –expresó–, que considere al trabajo autogestionado como un nuevo sujeto de derecho».
Producción y financiamiento
Fueron innumerables los talleres y debates que se realizaron a lo largo de los 6 días. En una de las charlas organizadas por el cooperativismo agropecuario se analizó el acceso de los pequeños productores al «mercado». Allí se pudo percibir también la fuerza y la evolución del sector solidario. «Las cooperativas pasaron de aportar 32 millones de litros de vino anuales en 1990, a 217 millones en 2010. Esto se debe no sólo al crecimiento de nuestros productores sino, esencialmente, al ingreso de nuevos productores al sistema», apuntó el presidente de la Federación Vitivinícola Fecovita de Mendoza, Hugo Hidalgo.
En los últimos años surgieron nuevas formas para intervenir en la economía social. Según la Comisión Nacional de Microcréditos (Conami), en 2000 se registraban 50 organizaciones de microfinanzas y en la actualidad esa cifra ascendió a 1.500. «El microcrédito es una herramienta poderosa si está acompañada por estrategias de inserción mercantil», dijo Marcos Solís, director de la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Promoción del Microcrédito en el panel «Ley Nacional 26.117. Desarrollo y promoción del microcrédito». Para el dirigente es fundamental que estos emprendimientos autogestivos, que se organizan para operar con fondos estatales, sean manejados por entidades de la economía social, como el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos que ya puso en marcha tres proyectos; dos en Córdoba y uno en la Costa Atlántica.
En cuanto al financiamiento bancario de proyectos cooperativos, el subgerente general de Banco Credicoop, Sergio Clur, dijo que la misión primordial del único banco cooperativo del país es la prestación de servicios financieros eficientes y de calidad a las pequeñas y medianas empresas, cooperativas, empresas de la economía solidaria y a las personas. «El 70% de los créditos de nuestro banco están colocados en pymes y cooperativas. Atendemos a 7.000 entidades de carácter social, de las cuales unas 2.500 son cooperativas», comentó, y mencionó los diferentes tipos de financiamiento para la inversión y la producción que ofrece Credicoop a través de acuerdos y convenios con estamentos gubernamentales y diferentes organizaciones, a fin de contribuir al desarrollo económico social del país.
Acción
http://www.acciondigital.com.ar/15-10-11/cooperativismo.html
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