EL CCC CUMPLIÓ 10 AÑOS DE BATALLA CULTURAL | Centro Cultural de la Cooperación

EL CCC CUMPLIÓ 10 AÑOS DE BATALLA CULTURAL

21/12/2012


Cientos de personas colmaron cada rincón de la sala Solidaridad. Otras tantas siguieron desde distintos espacios, a través de pantallas, las alternativas del acto que festejó los primeros 10 años de vida del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. La celebración concentró en el auditorio mayor del edificio de Corrientes 1543 a una multitud que llegó para conmemorar una década de realizaciones, tiempo en que el CCC se volvió un espacio de referencia ineludible para el medio artístico e intelectual de Buenos Aires y el país.

El nombre de su creador fue recordado en cada discurso, en cada declaración, en cada comentario alrededor del imponente edificio. «Fue un gran hacedor», «supo ver las cosas antes de que sucedieran», «un soñador», entre otras, fueron las consideraciones que se escucharon decir acerca de un proyecto que materializó uno de los mayores anhelos del recordado dirigente: dar la batalla cultural contra una corriente que pregonaba el pensamiento único y el fin de las ideologías.

Sin abrumarse por este contexto, Floreal soñó un lugar que concentrara a investigadores, escritores, actores, músicos, bailarines, cineastas, educadores, con el fin de crear una gran usina dedicada a fomentar una visión opuesta al neoliberalismo que cantaba victoria en los años 90. Fue en 2002 –justamente cuando ese modelo comenzó a mostrar su cara más oscura– que emergió en lo que supo ser un terreno baldío el imponente edificio que albergaría un sinnúmero de propuestas, abriendo las puertas a la comunidad con una manera distinta de concebir las artes y la cultura.

«Este proyecto fue posible gracias a la experiencia desarrollada en el seno del movimiento cooperativo y se convirtió en un espacio de formación popular, progresista y de izquierda para librar la batalla de ideas contra el neoliberalismo», señalaron Walter Alegre, coordinador del Departamento de Tango, y Natalia Stoppani, integrante del Departamento de Educación, conductores del acto.
Fue el inicio de una velada que no sólo habló con palabras sino con hechos de todo lo realizado en una década de existencia. Los discursos de quienes día a día llevan adelante el quehacer del CCC despertaron aplausos en el público, integrado por representantes de la política, las artes, el cooperativismo y diversos movimientos sociales. Entre ellos, se dirigió al público su director, Juan Carlos Junio, quien recordó los orígenes del ambicioso proyecto, en medio de un contexto sumamente desalentador: crisis, desocupación, protestas y un profundo descontento popular asolaban a la Argentina en el comienzo del nuevo milenio. Y, precisamente, recordó las palabras de Floreal en diciembre de 2000: «Si pretendemos un cambio en la sociedad, éste debe ser a partir de una lucha cultural. Debemos ver qué cultura está instalada en forma predominante en la sociedad y desarrollar entonces nuestra propia cultura; una contracultura que confronte con los conceptos neoliberales. Una cultura que a la vez que niega las ideas decadentes, proponga nuestros valores».

Junio reflexionó en otro tramo de su intervención acerca de los cambios acontecidos en el país y en Latinoamérica durante 10 años de intensa labor. «Esta primera década del CCC fue un escenario temporal y geográfico en el que se desplegaron procesos históricos de enorme significación, portadores de viejos sueños y creadores de nuevas realidades, más justas, más democráticas, más libres, más igualitarias, que ya no se detendrían, ni se detendrán. Y por esa huella y ese norte de nuestra época, nos dijimos una vez más que pensar y repensar el mundo desde la cultura, es hacerlo desde la mayor fuerza capaz de ponerle límite a los poderosos, a la vez que imaginamos el nuevo recorrido de los tiempos por venir». Entre dichos procesos destacó «el triunfo de Hugo Chávez Frías, que abriría un nuevo tiempo para Nuestra América», proceso que encontró un destacado mojón en el No al ALCA, la negativa de los presidentes asistentes a la IV Cumbre de las Américas (2005) a integrarse al Área de Libre Comercio que impulsaban los Estados Unidos.

«Podemos decir con franqueza que en estos 10 primeros años hemos contribuido desde nuestro centro cultural a combatir ese paradigma que castraba a la cultura y a materializar en un núcleo valioso de jóvenes, el cambio de sentido», expresó Junio, al tiempo que destacó las innumerables iniciativas que vincularon al CCC con otras instituciones, particularmente con el Fondo Cultural del ALBA, con ámbitos gubernamentales en diversos niveles del Estado –Nación, provincias y municipios–, con universidades, bibliotecas, editoriales, cámaras empresarias y otros espacios creadores y gestores de las artes, las letras y las ciencias.
En el escenario de la sala Solidaridad, además de los oradores, se ubicaron los coordinadores de los distintos departamentos del CCC e invitados especiales como Tati Almeida y María Adela Antokoletz, miembros de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y los actores Patricio Contreras e Ingrid Pelicori, quienes leyeron poemas al inicio del acto, como parte de los momentos artísticos que formaron parte del mismo.

En imágenes

Los diversos momentos de la vida del complejo cultural fueron reflejados en un video realizado especialmente para la conmemoración. Allí, a través de fotografías, música y extractos de los principales discursos de Floreal Gorini, se vio una síntesis de la actividad desplegada por los distintos departamentos. Asimismo, mostró el incesante desfile de personalidades de la política, la cultura y las artes por el edificio del centro porteño. El presidente venezolano, así como también su par de Ecuador, Rafael Correa; el juez español Baltazar Garzón; el ex ministro de cultura de Cuba, Abel Prieto; Aleida Guevara, hija de Ernesto Che Guevara; el músico Santiago Feliú; el poeta Juan Gelman y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, entre muchos otros.

«Si realmente aspiramos a una transformación profunda y revolucionaria de la sociedad argentina, debemos intensificar la lucha cultural para impulsar el desarrollo de la subjetividad popular», señaló Rubén Cédola –citando a Floreal Gorini– en otro tramo del acto. «Hoy, a 10 años de aquel acontecimiento, podemos afirmar que todo el equipo del Centro Cultural, liderado por su director, está trabajando intensamente para que se haga realidad ese legado de nuestro siempre recordado Floreal», añadió el presidente del IMFC.

Por otra parte, el dirigente destacó: «Nos complace compartir con todos ustedes esta doble celebración, la del décimo aniversario del CCC y, por estos mismos días, el 23 de noviembre exactamente, los 54 años del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Más de medio siglo de una rica vida institucional y de realizaciones solidarias, que han sido posibles por la coherencia de nuestros dirigentes y el compromiso inclaudicable con los principios y valores de la cooperación».

Lugar de origen

El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, fue otro de los integrantes de la mesa de oradores. En calidad de invitado especial, dirigió al público cálidas palabras en referencia a la entidad y a su entorno.
«Todos podemos reclamar como lugar de nacimiento un barrio de la ciudad, pero muchos tuvimos un segundo nacimiento, que fue en esta cuadra de la calle Corrientes al 1500, con teatros como el Politeama y el San Martín, y cines como el Premier y el Lorraine», destacó González, haciendo referencia a espacios emblemáticos de la avenida céntrica, algunos ya desaparecidos.
«Asistí a la inauguración del CCC y al discurso de Floreal Gorini –continuó González– con la avenida Corrientes cortada, y recuerdo una fuerte invocación al espíritu cooperativista y al mismo tiempo a sus raíces en el siglo XIX. Hay que tener en cuenta que Gorini, dirigente del Partido Comunista argentino, tenía una vocación de interrogar los procesos sociales con mucha profundidad y sabía perfectamente que este espacio tenía que dar cuenta de raíces muy profundas».
En este sentido, el sociólogo consideró que el CCC representa «una lectura de la historia de las izquierdas sociales argentinas, izquierdas sociales entrelazadas con la tradición nacional y popular, y que se permiten interrogar el siglo XIX de una manera original». «No podemos permitirnos en momentos como el que vivimos, no ser innovadores en la interrogación del sustrato histórico de este momento tan peculiar y tan intenso», añadió.

Por último, González señaló que el mundo cultural «aparece como una nueva forma de disputa». «Lo que antes los sacerdotes o los jesuitas llamaban la dirección de la conciencia –dijo– ahora aparece como lugar colectivo donde se crean nuevas posibilidades de pensamiento, nuevas identidades, nuevas capacidades de investigación».

La coordinadora del área de títeres y espectáculos infantiles del departamento artístico, Antoaneta Madjarova, fue la encargada de repasar las actividades que alberga el CCC en sus distintas áreas. Así, títeres, teatro, literatura, tango, políticas culturales, ideas visuales, danza, varieté y artes audiovisuales fueron descritos en detalle, brindando un panorama de la intensa actividad que día a día acontece en el complejo del centro porteño.

Con emoción, Madjarova recordó también la manera en la que llegó al CCC. «Una hermosa tarde de setiembre del año 1997 yo salía del Teatro Liberarte cuando lo vi cruzar la avenida Corrientes a Juano Villafañe, muy emocionado y lleno de felicidad. Se acercó y me dijo: “Antoaneta vengo de una reunión excelente. Nos convocó Floreal Gorini para participar de un proyecto del movimiento cooperativo inédito que puede ser extraordinario y revolucionar la cultura del país”. Acepté inmediatamente conocer a Floreal. Me sorprendió su fuerte convicción, la pasión y la firmeza con la que nos trasmitía esta brillante idea de construir un centro de la cultura, las ciencias, las artes, y las letras en el corazón de la ciudad y desde ahí dar la batalla cultural. Floreal era un visionario y su utopía hoy es realidad».
A su turno, el actor Manuel Santos Iñurrieta, coordinador del área de Teatro del Departamento Artístico, señaló: «Los artistas e investigadores de este centro cultural, de este presente, de este mundo, trabajamos hacia la comprensión de una realidad tan compleja como susceptible de ser transformada y allí vamos, a transformarla. Trabajamos en la certeza de que nuestras disciplinas se despliegan en múltiples territorios. Territorios como los que impone un mercado y un circuito cultural con sus modos de producción y sus políticas culturales, como también en un territorio tan subjetivo y aparentemente abstracto como es el de los imaginarios y las conciencias».

Por otra parte, el autor de Crónicas de un comediante detalló con sus palabras el modo de concebir la gestión cultural que plantea el Centro: «Aquí el trabajo discute el sentido, el sentido de las metáforas como el sentido al ejecutar un presupuesto destinado a cultura. El sentido de las coreografías y de los cuerpos en movimiento, como los reclamos gremiales por un salario digno. Se discute el sentido del recorrido y el tráfico de las obras de arte, de sus valores de uso y de cambio como las nuevas epistemologías y bases de conocimiento en el arte. Se discute el sentido de la puesta en escena y el diseño espacial y plástico, como el sentido de la gestión cultural. Se discuten las poéticas, las estéticas, los lenguajes, como también la participación política. Porque hay sentidos, intereses, posiciones y conciencias en tensión y disputa en cada una de las prácticas sociales».
Por su parte, Paula Aguilar, miembro de la secretaría de investigaciones del CCC, compartió con los presentes un texto elaborado de manera colectiva por los integrantes de dicha dependencia del Centro Cultural. «El acto de investigar en el CCC es una apuesta por romper las prédicas neoliberales que sitúan al conocimiento escindido de sus condiciones de producción, alejado de los “otros conocimientos y saberes” y, en definitiva, al margen de la historia y de la lucha social».

Cabe señalar que el CCC cuenta con 300 jóvenes investigadores que producen trabajos que aportan y lo contactan con la sociedad. Pedagogía, cooperativismo, economía e historia son algunos de los tópicos abordados. El objetivo es dar respuestas específicas a los problemas reales en las disciplinas correspondientes.
En este sentido, Aguilar comentó: «El CCC nos propone investigar imbuidos en una atmósfera de experimentación intelectual que –sin alejarse de la exigencia de rigurosidad científica– reniega, tanto de la división positivista que escinde el conocimiento en compartimentos estancos, como también de la fascinación por lo pequeño y lo “noble”, imperante en ciertas corrientes de pensamiento posmodernas». Por último, el escrito dejó de manifiesto los objetivos de la Secretaría, entre los cuales figuran impulsar proyectos de educación popular, revalorizar el trabajo en equipo y «articular como intelectuales con las luchas de cada barrio, comuna, Estado, con la certeza que investigar al servicio de la transformación no es sólo analizar y describir desde afuera, sino caminar juntos».
Como corolario, los asistentes compartieron un lunch en los diversos espacios de Corrientes 1543, sede de una institución que con su impronta progresista añadió un valioso aporte al panorama cultural argentino, y que, en su décimo aniversario, renueva su compromiso con el pensamiento y las acciones que contribuyan a crear un mundo más equitativo, justo y solidario.

Texto: Cora Giordana, Silvia Porritelli y Pablo Provitilo

Diversidad de voces

Un núcleo representativo de personalidades dejó su testimonio antes y después del acto. «Fui uno de los 3.000 asistentes a la inauguración. Un centro cultural de origen cooperativista, de izquierda, era algo absolutamente insólito en las circunstancias que vivía este país. Verlo hoy funcionando a pleno es una gran alegría», señaló el actor Patricio Contreras. En la misma sintonía Tati Almeida, Madre de Plaza de Mayo, expresó: «Aquí siempre nos han apoyado porque es un lugar donde se defiende la memoria. Este emprendimiento surgió como un desafío, y vaya si sabemos las Madres lo que implican los desafíos».

Asimismo, varios artistas e intelectuales vinculados con el desarrollo del CCC compartieron sus impresiones. «Estuve desde el comienzo interviniendo en diferentes puestas en escena que recuerdo con mucho cariño», dijo el actor Lorenzo Quinteros, en tanto el artista plástico Luis Felipé Noé, autor de uno de los murales que ostenta el edificio, elogió la visión de futuro de su fundador, Floreal Gorini: «He estado en los cimientos y veo cómo ha crecido. Lo esencial es su gran perspectiva social». La actriz Ingrid Pelicori aludió al enfoque y la orientación ideológica del Centro Cultural. «Es un lugar muy interesante, que ha cruzado muchos aspectos artísticos y teóricos con gran coherencia», manifestó en consonancia con el actor Walter Quiroz.

Muchos de los presentes ponderaron la fecunda labor desplegada por el CCC para constituirse en un ámbito inserto en la comunidad y en el actual contexto de los pueblos de Nuestra América. «Me siento parte del CCC por haber seguido este trayecto que comenzó siendo un sueño de Floreal Gorini, quien nos planteó la importancia de crear un centro de estas características. La presencia de los presidentes latinoamericanos le dio al Centro Cultural la trascendente posibilidad de convertirse en lugar de encuentro de los países que avanzan en la búsqueda de una identidad común», expresó el diputado Nacional y presidente del Banco Credicoop Carlos Heller. Coincidentemente, el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray, sostuvo que «el Centro Cultural de la Cooperación es el resultado de la concepción de un gran revolucionario como Floreal Gorini, quien inspirado en Fidel planteó que la batalla de ideas es lo fundamental». Por su parte el ex canciller Jorge Taiana declaró: «Este es un lugar imprescindible en un período en que la Argentina busca un nuevo posicionamiento y un cambio social. La filosofía y la política del CCC, acompañan muy bien ese proceso». Juan Romero, secretario de la embajada de Venezuela, subrayó los avances en la integración continental que encuentra eco en el CCC. «Aquí se piensa el hecho cultural no como elitista o selectivo, sino social. Por eso la embajada, y el embajador de Venezuela, Carlos Martínez Mendoza, se complacen por la relación del CCC con la República Bolivariana».
El senador nacional Daniel Filmus hizo hincapié en los alcances del Centro. «Apareció en los peores años del neoliberalismo. Es un ámbito plural y comprometido con los intereses nacionales». El espacio geográfico y la dimensión política fueron subrayados por el periodista Eduardo Aliverti. «Para la cultura porteña significa en buena medida haber recuperado la avenida Corrientes. Logró no sólo ser un espacio de arte sino también de batalla política».
Por su parte los escritores Vicente Battista y Mario Goloboff destacaron los aportes para profundizar en problemas latinoamericanos y argentinos, mientras que Juan Carlos Amigo, director de la revista Realidad Económica del IADE, se refirió a las raíces cooperativistas del CCC: «Los 10 años son un hito en el largo recorrido del Instituto Movilizador». También opinaron dos de los arquitectos que participaron del diseño edilicio: «Los edificios, después de 10 años, son una caja contenedora, las personas que los habitan hacen su historia», dijo Aquelino Guerra, en tanto Jorge Vahedzian agregó: «Teníamos la expectativa de que fuera reconocido y valorado, como quería Floreal: una puerta abierta a la cultura».

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