Nuevo estudio internacional sobre el papel de mutuales y cooperativas en los servicios sociales y de salud
Un estudio dado a conocer en el pasado mes de octubre, en el marco de la Cumbre Internacional de las Cooperativas de Quebec, examina el modo en que las cooperativas y mutuales están impulsando la innovación y el acceso a este tipo de servicios en todo el mundo.
El trabajo fue realizado por un equipo de expertos de LPS Productions, una consultora canadiense especializada en el área de las empresas colectivas, coordinado por Jean-Pierre Girard y contó con el apoyo de la Organización Internacional de Cooperativas de Salud (IHCO), una de las organizaciones sectoriales de la Alianza Cooperativa Internacional. Para su realización se estudió la situación de estos sectores en un total de 59 países de los cinco continentes. La investigación se basó en datos recolectados en organismos públicos, federaciones y otras organizaciones de integración, centros de investigación y cooperativas individuales.
El documento final del estudio se divide en dos volúmenes: uno que presenta los hallazgos y las conclusiones de la investigación desde una perspectiva global y otro en el que se analiza la situación particular de cada uno de los países comprendidos en el trabajo. De acuerdo a los resultados del estudio, son más de 81 millones las personas que recurren a los servicios de cooperativas y mutuales para atender sus necesidades en materia de salud y servicios sociales en los países analizados.
En total el estudio identificó 4.961 cooperativas y mutuales activas en el sector de la salud y otras 14.806 que operan en la prestación de servicios sociales. Respecto a estas últimas el estudio aclara que se trata de aquellas organizaciones cuyo único propósito, originario y actual, es la prestación de servicios de asistencia social a sus usuarios que son individuos que por su situación personal requieren de cuidados especiales de este tipo. La enorme diversidad de organizaciones incluidas dentro de este sector atiende las necesidades de un universo muy variado de personas afectadas por: alguna forma de exclusión sociocultural asociada con sus condiciones físicas o su edad (incluidos los bebés, los niños, los jóvenes, y las personas de edad avanzada); alguna forma de discapacidad; el abuso de sustancias como las drogas y el alcohol; una pérdida significativa de contacto con los sistemas materiales y emocionales de apoyo, familiares o de otro tipo (barriales, comunitarios), incluidos los niños de la calle y las personas que viven en aislamiento social, muy especialmente los ancianos.
El estudio también incluye al sector cooperativo farmacéutico en el que se encontró organizaciones activas a todo lo largo de su cadena: farmacias minoristas, mayoristas y laboratorios que producen medicamentos. Asimismo, destaca que existe un buen número de cooperativas y mutuales en todo el mundo cuya actividad principal no tiene relación con este tipo de servicios pero que igualmente prestan alguna forma de atención social o sanitaria a sus socios e incluso a las comunidades en las que se encuentran insertas. Una de las principales conclusiones del estudio es que los servicios de salud prestados por las cooperativas y las mutuales son, a menudo, las únicas alternativas asequibles para millones de personas, muy especialmente en los países en desarrollo. Destaca también que, para cumplir con este propósito, en 43 de los países estudiados las cooperativas y mutuales son propietarias o administran directamente instalaciones sanitarias como hospitales, clínicas y centros médicos.
A la hora de destacar a los mayores actores del sector, el informe menciona muy especialmente a UNIMED de Brasil como la mayor cooperativa de salud a nivel mundial, reuniendo a 354 cooperativas médicas que, a su vez, agrupan a unos 110.000 profesionales de la salud y brindan atención médica a más de 19 millones de personas. En materia de innovación el estudio llama la atención sobre algunas experiencias que se están desarrollando en la región de las Américas. En particular, se refiere al modelo aplicado en Costa Rica en el que cooperativas de salud son contratadas por el sistema de seguridad social del país para prestar servicios de muy alta calidad; a las mutuales que brindan atención médica a la población indígena en Paraguay; a la experiencia de colaboración en Canadá entre organismos públicos locales y una cooperativa que presta servicios de cuidado en el hogar, que permite prestar un conjunto de servicios sociales a hogares que alojan a ancianos y a personas con discapacidades.
En cuanto a la implementación de modelos innovadores también destaca otras experiencias interesantes de Espa- ña, Italia, Finlandia y Nepal. Entre los países analizados en el volumen dedicado al estudio de casos nacionales se incluye a 20 de la región de las Américas: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. La propia investigación plantea que en el futuro debería ser profundizada, en la medida que no abarca a las cooperativas y mutuales del sector activas en todos los países del mundo, cuyos beneficiarios se estiman en unos 300 millones de personas.
Además, el informe propone algunas caminos a seguir para ahondar el análisis, entre los que se mencionan la realización de estudios para: comparar los diferentes tipos de organizaciones basadas en su membrecía; analizar la gobernanza y las estrategias para incorporar nuevos asociados; identificar los mejores caminos para adaptarse a los diferentes esquemas de financiamiento de la salud pública aplicados en los distintos países; e identificar dónde se generan y có- mo se gestionan los procesos de innovación. A pesar de las limitaciones de su alcance, el estudio constituye un insumo novedoso y de gran interés para las organizaciones del sector y para el conjunto del movimiento cooperativo. Tal como lo afirma Juan Carlos Guisado, Presidente de la Organización Internacional de Cooperativas de la Salud en el pró- logo de la publicación, "ahora contamos con una herramienta integral que puede ser aplicada, una y otra vez, en el estudio de las cooperativas de salud de todo el mundo". "El movimiento cooperativo es una realidad que frecuentemente es ignorada y subestimada, quizás porque es una parte tan importante en todas las comunidades. Y, hasta hace muy poco, nuestro perfil internacional era una grave carencia", afirma Guisado. Respecto a la naturaleza y el rol de las cooperativas y mutuales del sector, Guisado argumenta que son "organizaciones de base centradas en los ciudadanos de base". Agrega que se esfuerzan por promover una visión holística del concepto de salud, "como un medio para promover el desarrollo humano" más allá del aspecto estrictamente sanitario.
Para Guisado la experiencia enseña que "dónde una cooperativa de salud echa raíces, la sociedad en su conjunto crece" y por eso es que existe una preocupación creciente en incidir "en el conjunto de los determinantes que afectan a la salud".
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