Fugacidades sociales, por Juan Pablo Perez. Texto curatorial
La muestra Fugacidades sociales de Juan Moreiras abarca instalaciones, objetos, backlights y piezas escultóricas a partir de distintos materiales de desecho encontrados en la calle. A través de ellos construye ciertos relatos comunes que hacen hincapié en las contradicciones vitales de la lógica del mercado y el individualismo que ésta supone, donde lo descartable sustituye lo perenne, y los consumidores han suplantado a los ciudadanos, configurando una sociedad donde la violencia evidencia la desigualdad.
Sin embargo, no es solo la materialidad obsoleta la que decanta la decadencia económica y el fracaso del desarrollismo en décadas pasadas, herencia de la cual Moreiras recupera su memoria material y sensible en el plano social. Sino que además, dicho proceso esconde la perversidad sistémica del modelo de instrumentalización hegemónica en el ámbito de la cultura, que opera a partir de gustos y necesidades impuestas, sentidos enajenados, desidia política, desinterés y falta de compromiso, donde está pautada la simulación de qué hay que decir, repetir en el vacío y cuáles son las historias que debo olvidar, instancia que como señala Nicolás Casullo, hoy están –como nunca en la historia- manejadas en términos de poderes tecnoculturales de alcances mundiales, globalizantes y homogeneizantes.
En ese sentido, la obra de Juan Moreiras intenta captar la fugacidad en escenas de la vida cotidiana. Situaciones narradas en villas miseria, talleres industriales y hogares de clase media con sus agentes de seguridad, elementos de uso diario que han sido desestimados luego de haber transitado el circuito de consumo: plaquetas electrónicas, fichas de luz, cables de computación y perillas caducas entre otros. Objetos que no son modificados e interesa denodadamente conservar su diseño original, piezas que remiten al trabajo específico y anónimo de una persona, huellas indelebles recuperadas por el artista, y a la vez, materialidad cuyo atributo de lo “descartable” funciona como metáfora del devenir histórico de los sujetos sociales deshumanizados en el capitalismo tardío.
Juan Pablo Pérez
Curador
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