RUIDO de Laura Bettini, texto de Juan Pablo Perez
Ruido
Todas las manifestaciones de nuestra vida van
acompañadas por el ruido. El ruido es por tanto
familiar a nuestro oído, y tiene el poder de remitirnos
inmediatamente a la vida misma.
Luigi Russulo (“El arte de los ruidos. Manifiesto Futurista”, 1913)
El ruido asoma en una de las primeras experiencias futuristas en el intento por ampliar los límites de la autonomía y el modo de entender las nociones tradicionales del arte burgués. Las acciones provocadoras de las vanguardias radicalizadas de principios del siglo XX abren las fronteras artísticas a una variedad de prácticas y estéticas colectivas, en el cual los ruidos atraviesan la lectura de poesías frente a un público pasivo, acciones teatrales en espacios marginales, experimentos con aparatos mecánicos, pinturas y dibujos que crean otros sentidos de la realidad a raíz de la construcción de nuevos lenguajes.
La serie de dibujos Ruido de Laura Bettini aborda las interferencias relacionales en distintos encuentros personales y colectivos en la conflictiva sociedad contemporánea. Las obras de la artista esgrimen diversas variantes formales que pueden presentar un proceso de diálogo social con la comunidad en el contexto de la crisis cultural de la homogénea globalización de mercado. Una de las constantes en la imagen es la alteración al fluir común de las cosas. En ella reviste cierto hermetismo como metáfora visual que anula la comunicación modificando la posibilidad de establecer diferentes lazos de sociabilidad.
Frases y palabras aparecen con formas precisas en la representación y producen nuevas interpretaciones transformándose en el mensaje de la comunicación. La acción de escritura y dibujo flota en las imágenes de los distintos personajes y objetos que buscan recuperar la capacidad discursiva a través del lenguaje visual cuyas sutiles líneas de grafito se vuelven palabras y las letras se transforman en puntos. Allí es donde se observan trazos discontinuos causados por ese sonido inarticulado presente en el ruido, ritmos de palabras que fuerzan a los cuerpos a establecer torsiones y alternan en posiciones maleables con el afán de encontrar otras formas de vinculación.
Si las palabras en los trabajos de Bettini asumen otras entidades formales y se desplazan entre líneas en blanco y negro haciendo referencia a cierto recorrido simbólico como: América, vida, crecimiento, sur, entre tantas otras; los ritmos dinámicos del diseño enredan la clara percepción de los ruidos, y en ese proceso, su ser comunicativo cambia de lenguaje hasta alcanzar una estampa diferente de la realidad.
Juan Pablo Pérez
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