Causas y consecuencias de la caída | Centro Cultural de la Cooperación

Causas y consecuencias de la caída

17/12/2014


No es novedoso

Por Ignacio Sabbatella *

No es novedoso el desplome del precio del crudo en términos históricos. En su cotización intervienen factores económicos, tecnológicos, geopolíticos-militares y especulativos. Recordemos que en 2008 predominó el factor especulativo cuando el precio WTI alcanzó un record de 145 dólares en julio para desinflarse estrepitosamente hasta 33 dólares a fines de ese año con el inicio de la recesión mundial mediante. En el año en curso se observa una caída del 46 por ciento entre el pico de 108 dólares del 20 de junio y los 58 dólares del 12 de diciembre. En este caso el factor principal es una oferta que crece más rápido que la demanda en el marco del estancamiento de la economía mundial. Pero la gran novedad es el “boom” de la producción no convencional (PNC) de Estados Unidos –fundamentalmente, tight oil y shale gas– que ha impulsado el nivel más alto de sus reservas de crudo desde 1975 y el mejor registro de su producción desde 1986, al pasar de 5,4 a 8,6 millones de barriles diarios entre 2010 y 2014. De modo que la importación de crudo se redujo un 18 por ciento entre esos años, pasando de 9,2 a 7,5 millones de barriles por día.

A propósito, es oportuno aclarar algunos equívocos respecto de que Estados Unidos esté alcanzando una situación de autoabastecimiento gracias al boom no convencional. Los pronósticos indican que en la próxima década podría transformarse en un exportador neto de gas natural licuado (GNL) con impactos geopolíticos de amplio alcance si logra competir con el gas ruso en el mercado europeo. En cambio, sus importaciones de crudo podrían disminuir hasta el 25 por ciento en relación con su consumo, pero no desaparecerán. La productividad de los pozos no convencionales cae rápidamente por lo cual la US. Energy Information Administration estima que la extracción de tight oil aumentaría de 2,3 millones de barriles diarios en 2012 (explicando el 35 por ciento de la producción interna) a 4,8 millones de barriles diarios en 2021 (51 por ciento del total). A partir de 2022 ese porcentaje disminuiría en la medida que el desarrollo no convencional se mueve hacia las zonas menos productivas. Por lo tanto, Estados Unidos seguiría reduciendo su dependencia externa pero no alcanzaría la autosuficiencia en materia petrolera.

Por otra parte, la decisión de la OPEP de mantener su producción en 30 millones de barriles por día abre un abanico de interrogantes en cuanto a su cohesión interna y a su capacidad para estabilizar el precio del barril. En conjunto cuenta con el 81 por ciento de las reservas mundiales y su producción explica el 40 por ciento de la oferta global. Pero sin dudas el liderazgo corresponde a Arabia Saudita que produce 9,6 millones de barriles por día y que está dispuesta a mantener precios bajos para competir con la PNC estadounidense. Mientras que otros miembros más perjudicados por el menor ingreso de sus exportaciones, como Irán y Venezuela, buscaban que el organismo realice un recorte sustancial.

Otro de los grandes afectados es Rusia, segundo exportador mundial, que atraviesa una compleja situación económica debido a las sanciones que se le impusieron por el conflicto en Ucrania. El corolario del nuevo precio del crudo es una situación de aprieto precisamente para los países enemistados con Estados Unidos, aunque al mismo tiempo surge la pregunta sobre el umbral en el cual podría sostenerse su PNC sin que se vea amenazada su rentabilidad. Según la Agencia Internacional de Energía sólo el 4 por ciento de la PNC de EE.UU. necesitaría un barril de 80 dólares para ser rentable, en tanto que la explotación de la formación Bakken –una de las principales– podría mantenerse con un barril a 42 dólares. Los analistas internacionales se dividen entre aquellos que creen que el objetivo de la OPEP es desplazar del mercado la PNC de Estados Unidos para que luego el precio vuelva a crecer y aquellos que advierten sobre la posibilidad de que Estados Unidos asuma un rol predominante en la formación del precio internacional en un futuro próximo.

¿Cuáles son los escenarios para el precio en el corto plazo? El analista Michael Levi señala que un repunte relativamente rápido podría ser impulsado por la combinación de una caída de la PNC estadounidense, una economía global más fuerte de lo esperado y una eventual decisión de los saudíes de recortar su producción. Por el contrario, los precios podrían caer aún más si la PNC puede enfrentar precios bajos siendo más eficiente, si la economía global no se recupera o si Arabia Saudita se mantiene al margen.

* Becario posdoctoral Conicet/Gino Germani. Investigador de Oetec y del CCC. Coautor de Ex secretarios de Energía bajo la lupa (Planeta).

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